Las comunas de Buin, San Bernardo o San Miguel entre otras gastó gran parte de los fondos en otras necesidades ministeriales (barros jarpas, boletas varias de cafés expresos con licencia de cabaret, Escudos, entre otros insumos).
La investigación arrojó que este dinero iba dirigido a deudas provisionales y sueldos impagos a funcionarios. Un anónimo trabajador municipal mencionó: “la mayoría de los más ancianos se alegran con un buen baile, los más jóvenes son ignorantes y no saben lo que quieren, por eso piden Escudo”.
De los 1.700 millones entregados para fines educacionales, al menos 918 han sido utilizados para otros fines. Algunos de los gastos se confundieron y en vez de llegar almuerzos a un colegio de Buin, llegó un cargamento de Barros Lucos de “Donde Peyuco”, destacado centro alimenticio de la comuna, mientras que a “Chicas’s Bar” de San Bernardo llegó un cargamento de libros de Historia y Sociedad 4to Medio, que convenientemente fueron usados por algunas de las personas presentes porque aún estaban cursando ese curso. Consultados algunos personeros municipales, mencionaron que era intolerable, y que no les dijeron que eran menores de edad cuando estuvieron allí. Consultados sobre los gastos en educación fueron poco receptivos.
Algún día...
